En la segunda parte atacaban los mexicanos y el receptor Alexis Ortega abría distancias, sumando además Jorge Olivera el extra de un punto para un interesante 23-35. Pero Estados Unidos no se intimidó, y se apresuraron para dar réplica por medio de Michael Dunn y Bruce Mapp Jr., estableciendo un 30-35.
Acto seguido, México progresaba lentamente, manteniendo la calma, y Jorge Olivera volvió a sumar seis puntos, aunque se quedaron sin convertir (30-41). No obstante, Estados Unidos seguía a lo suyo. Lanzamiento profundo completado por Mapp Jr. y anotación después de Doucette III en apenas un minuto de juego, con el extra point de Bunting (37-41). El juego mexicano era más pausado pero efectivo, aunque un contacto ilegal les hizo retroceder en su siguiente drive y, sin llegar a medio campo, Frankie Solomon Jr. interceptó un envío profundo.
Así, los estadounidenses recuperaban la posesión mientras se entraba en los dos últimos minutos. Fueron agotando el reloj de forma inteligente y finalmente el center Dunn anotaba nuevamente, con otro extra point de Mapp Jr. para poner el marcador en 44-41. Era favorable para los estadounidenses por primera vez desde la primera mitad.
Los mexicanos tendrían un último drive para asestar el golpe definitivo y ganar esta final. Pasaron de medio campo, aunque la defensa norteamericana les llevó a tener que jugarse un cuarto down a 24 yardas de la línea de gol. Efectuaron una jugada con triple QB, pero la presión de los blitzers fue efectiva. México se pasó el balón hacia atrás entre ellos mientras buscaban una buena opción de pase, pero el estadounidenses Bryan Meek detuvo la jugada deflectando uno de esos lanzamientos para finiquitar el partido. Y otro oro más para la selección masculina de Estados Unidos.