El flag football llegó a México a finales del siglo XX, principalmente a través de la influencia del fútbol americano, que ya tenía una presencia establecida en el país, especialmente en el nivel universitario y colegial. Inicialmente, el flag football fue adoptado como una forma de entrenamiento y recreación para los jugadores de fútbol americano. Uno de los impulsores clave del flag football en México ha sido su inclusión en programas deportivos escolares y universitarios. Muchas instituciones educativas han adoptado el flag football como parte de sus actividades deportivas, lo que ha incrementado significativamente la participación y el nivel de competencia.